Argumentos a favor de un incentivo de participación
La Renta Básica Universal se ha considerado una herramienta esencial para luchar contra la pobreza y reducir las desigualdades sociales en muchos países porque proporciona a todo el mundo un nivel de ingresos para satisfacer las necesidades básicas como la alimentación, la vivienda y el vestido para abordar la raíz de la pobreza. Por ello, muchos piensan que es una panacea para luchar contra la pobreza y reducir las desigualdades sociales. Se ha aplicado en cierta medida durante la pandemia de COVID-19 mediante transferencias de efectivo a grupos de población. Sin embargo, la Renta Básica Universal presenta varias desventajas potenciales, como su elevado costo, la reducción de los incentivos para trabajar y el dinero adicional que se da a quienes no lo necesitan.
Desde la perspectiva de la sociedad, los responsables políticos suelen referirse a la asequibilidad, la adecuación y la simplicidad como los inconvenientes de una Renta Básica Universal. Martinelli (2020) presentó estas características como el trilema de la Renta Básica. Dado que la universalidad de la "renta básica" tiende a hacerla inasequible para los gobiernos como política, Atkinson (1996) abogó por una ""renta de participación", es decir, una renta condicionada a diversas características de empleo, desempleo y educación. La renta de participación complementaría los planes de seguridad social existentes sin sustituirlos por una política de talla única. Con la asequibilidad introducida por la renta de participación llegó el beneficio de la adecuación, permitiendo que una amplia variedad de necesidades sociales siguiera siendo satisfechas a través de una forma revisada de renta básica derivada de la relajación de la característica de incondicionalidad de la renta básica universal.
Basándose en la renta de participación de Atkinson, el incentivo de participación de Reciprocitas, concedido a un subconjunto de la población que se organiza voluntariamente en grupos de ayuda mutua para llevar a cabo trabajos de interés común en su localidad de residencia, relajó aún más la asequibilidad. El incentivo de participación es más asequible en Haití. La enorme ventaja del incentivo por participación es su sencillez, ya que sólo requiere una transferencia de efectivo a cada miembro de un grupo de ayuda mutua mediante una tarjeta de débito normal. Sin embargo, cabe señalar que este enfoque puede llegar a ser inasequible debido a su elevado costo y a su relativa inadecuación, ya que no puede dar cabida a necesidades sociales específicas. Al igual que la renta de participación de Atkinson (1996), la prima de participación no eliminó por completo el trilema: asequibilidad, adecuación y simplicidad.
Referencias
Atkinson, A. B. The case for a participation income. The Political Quarterly, 67(1), 67-70. https://doi.org/10.1111/j.1467-923X.1996.tb01568.x
Martinelli, L. (2019). A Basic Income Trilemma: Affordability, Adequacy, and the Advantages of Radically Simplified Welfare. Journal of Social Policy, 49(3),1-22. https://doi.org:10.1017/s0047279419000424
Example Text